Sin que me gustase nada el ejercicio, empecé pilates con Sandra, en un mes ya no tenía ningún dolor de espalda, clases adaptadas a tus necesidades, muy dinámicas, con circuitos y con días de pilates en suelo. Por el camino me quede embarazada y seguí con pilates en el embarazo, ya no solo destacar el pilates sino también todos los consejos y ayuda en el día a día de la embarazada. Acudimos mi pareja y yo al taller de parto y movimiento, y mi pareja aún está dándole las gracias por todo lo que aprendió y le sirvió para utilizar en el parto. Después completé las clases de postparto y otra maravilla, enseguida recuperé mi forma y cerré la diastasis. Una profesional de diez.