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¿Cómo es posible que algo tan sencillo como el pilates se me resista tanto?

Desde niña me ha gustado moverme y practicar deporte, estar en continua acción, asi que era obvio que iba estudiar el grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. El deporte ha formado y forma parte de mi forma de vida: bádminton, futbol gaélico, rugby, natación, ciclismo, judo, escalada, cross, balonmano…

En el segundo año del grado me apunté a un taller de iniciación al Yoga, y pensé “ui, esto no es para mí, aquí no hay acción”. Tras acabar la carrera comencé a complementar mi formación con distintos cursos. Recuerdo que después del fin de semana de formación de hipopresivos me dolían músculos en mi cuerpo que nunca había sentido así.

Más tarde comencé el curso de Pilates ¿Cómo algo que parecía tan sencillo se me resistía tanto? ¿Cómo pretendían los profesores que mantuviera los hombros lejos de las orejas, cuello y postura relajados, activación de suelo pélvico y además de todo esto que respirara? ¡Menudo reto!

"Ignoré todas las señales que me estaba dando mi cuerpo hasta que me dijo basta, no tenía tiempo para escucharlo"

Tras romperme una vértebra entendí lo necesario que era respetar mi cuerpo

Tras años impartiendo clase de pilates e hipopresivos con una filosofía más técnica, la vida me dio un duro golpe y al mismo tiempo una valiosa lección: debes escuchar a tu cuerpo.

Estaba pasando por un período de estrés y ansiedad, retroalimentada en parte por mi trabajo en una tienda de deporte,no me encontraba bien e ignoraba todas las señales que me estaba dando mi cuerpo, no lo escuchaba ni me importaba lo que me decía, me limitaba resignarme con la situación que me “tocaba” vivir.

Un domingo mientras hacía pádel surf en una playa sin apenas olas me rompí una vértebra, durante unos minutos no sentía las piernas ni las podía mover. Las primeras semanas me tenían que vestir y ayudar en muchas cosas del día a día, caminar 400 metros era como hacer una maratón, mi movilidad se vió reducida y el dolor pasó a ser parte de mi día a día, los médicos me decían que no podría retomar mi vida “deportiva” de antes.

El pilates y el yoga me ayudaron a recuperar la movilidad cambiando mi visión de respeto hacia el cuerpo.

Ser mamá me ha ayudado a entender mejor el trabajo con la mujer

Tras la rotura de vértebra comencé con el pilates y el yoga, los cuales me ayudaron a recuperar la movilidad y mi vida activa.

Esperé a sentirme recuperada para quedarme embarazada ya que la vértebra L1 está muy relacionada con el útero. Pude llevar un embarazo completamente normal, haciendo deporte y manteniéndome activa.

El haber estado embarazada, transitado un posparto y estar viviendo la maternidad, junto con mi formación y experiencia, ha cambiado mi forma de trabajar.

Ser madre me ha puesto contra las cuerdas tanto física, mental y emocionalmente regalándome la experiencia más apasionante de mi vida.

Ayudar a otras mujeres a transitar las diferentes fases de su vida de una forma más respetuosa consigo mismas, sintiéndose fuertes y capaces, se ha convertido en mi trabajo y mi pasión.

Si quieres saber más, te cuento
sobre mi formación y experiencia

Soy una persona inconformista y exigente, lo que me lleva a estar en continua formación.

ESTUDIOS/ FORMACIONES
Tras finalizar el Grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, hice el Máster de dirección de proyectos integrados además de varias formaciones entre las que destaco Hipopresivos, Pilates, Masaje infantil, método 5p y los cursos de especialización del ejercicio en el embarazo, posparto y la menopausia.

MONITORA DE ACTIVIDADES ACUÁTICAS
Compatibilicé mis últimos años de estudios con trabajos de socorrista, monitora de actividades acuáticas para personas con discapacidad y niños. Tras esto trabajé en un centro especializado en la infancia y la mujer, como monitora de actividades acuáticas para bebés, embarazadas e hipopresivos.

INSTRUCTORA DE PILATES
Años más tarde me trasladé por amor y compatibilizaba mi trabajo como instructora de Pilates, (Pilates embarazo, posparto e Hipopresivos) con mi trabajo en Decathlon.

ROTURA DE UNA VÉRTEBRA Y UN EMBARAZO
Tras un periodo de estrés, un rotura de vértebra, casi dos años de rehabilitación, un embarazo y un parto retomé la actividad como instructora de pilates cuando mi hijo Brais tenía 6 meses. Comencé poco a poco, 5 horas a la semana hasta que abrimos las puertas de emerxe, 6 meses después. En dónde desde junio de 2021 imparto clases centradas en la mujer y en sus diferentes etapas de la vida.

Sigo formándome en diferentes disciplinas relacionadas con la filosofía del cuidado y el respeto al cuerpo como yoga bowspring. Y es que creo que para sanarnos tenemos que poner especial atención en nuestro interior.

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